martes, 27 de octubre de 2009

Artículo del columnista Javier Cellino en el periódico La Nueva España

Vivir del pasado

A nadie se le oculta la significación de Duro Felguera, pero de ahí a tener patente de corso hay un buen trecho

09:49
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JAVIER GARCÍA CELLINO Parece lógico el anuncio de movilizaciones hecho por los trabajadores de Duro-Felguera y de Alas Aluminium. Que la plantilla de El Tallerón de Barros haya parado 24 horas para que readmitan a un empleado o que la de Alas Aluminium vaya a la huelga entre los días 20 y 26 por un despido es un claro síntoma de que el otoño llega caliente. Mientras redacto estas líneas leo en este periódico que Duro-Felguera ha planteado a los representantes sindicales de Felguera Melt un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría a 82 trabajadores -la plantilla está formada por 130-, lo que significa que, una vez más, los trabajadores van a sufrir el afán, irresponsable y siempre en provecho propio, de quienes manejan los dineros de todos.

En este sentido, sólo cabe desear toda suerte a estas iniciativas, de modo que con ellas se consiga ir amortiguando la pérdida de tejido social que venimos padeciendo desde hace tiempo. Cualquier despido es un agujero más en el ya precario fondo laboral y, del mismo modo, una prueba de que a quienes andan bien abrigados les preocupa bien poco la escasa indumentaria de los demás. Todo sirve con tal de aumentar el saco de las ganancias, ese parece ser el lema que nunca se acaba, quizá porque, a fin de cuentas, para algunos el dinero sirva tanto para comprar un lugar en el cementerio como un piso en el cielo.

Lo que me parece que ya va subiendo de tono, e irradiando una temperatura a todas luces sofocante, es el comportamiento de Duro-Felguera. El actual conflicto, que no es sino el resultado de un proceso larvado desde hace ya bastantes años, y que demuestra bien a las claras las consecuencias de un claro proceso descapitalizador -no hace falta más que recordar las recientes retiradas de oficinas y de efectivos de nuestra cuenca-, debiera servir para hacernos reflexionar sobre la importancia del pasado.

A nadie se le oculta la significación de la empresa Duro Felguera para nuestra cuenca, pero de ahí a pensar que por ello tengan una patente de corso hay aún un buen trecho. Es cierto que llevamos esculpido en el rostro las huellas de nuestro pasado, pero no es menos verdad también que éste está lleno de grafías que, en algunos casos, se corresponden con actuaciones que van en contra del bien comunitario, algo en lo que, por desgracia, Duro Felguera parece haberse especializado.

Quizá sea el momento de recordar aquella célebre cita de Thomas Jefferson: «Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado», y decirle a la empresa que una cosa son quienes hacen la Historia y otras quienes la padecen. Por ello, creo que hay que dejarse de inútiles paternalismos, que a estas alturas están ya fuera de uso, y de continuar alimentando el pedestal particular, a base de reconocimientos y de homenajes, de una empresa cuya conducta tiene poco de gratificante para quienes vivimos en esta cuenca. Y, sobre todo, para los trabajadores que a diario tienen que seguir soportando sus arbitrarias decisiones.

No estaría mal, pues, por el contrario, que, en lugar de tantas consideraciones, pensáramos en crear alguna clase de figura que simbolizara su negativo quehacer en los últimos tiempos. Un «ingote roñoso» o un «limón avinagrado», a modo de ejemplo.

FUENTE: http://www.lne.es/nalon/2009/10/23/vivir-pasado/824523.html

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