jueves, 5 de noviembre de 2009

El Comercio: Tres trabajadores de las filiales de Duro se encierran en el Consistorio de Langreo


M. VARELA | LANGREO

Pese a que el vicealcalde intentó impedirles la entrada, ocuparon el salón de plenos, donde permanecerán hasta el lunes
Protestan para exigir la readmisión del sindicalista Pablo López
Cargados de sacos de dormir, bocadillos y mucha paciencia. Tres trabajadores de Felguera Construcciones Mecánicas, filial langreana de Duro Felguera, iniciaron ayer un encierro en el salón de plenos del Ayuntamiento de Langreo con el fin de dar a conocer a la opinión pública y a los políticos locales «la represión sindical» que, según aseguran, están sufriendo y que, en este momento, se materializa en el despido de un miembro del comité de empresa de dicho taller. El juicio se celebrará el próximo lunes en Mieres.
Hasta entonces, el trabajador y sindicalista expulsado, Pablo López Barroso, permanecerá en el Ayuntamiento acompañado de otros dos compañeros que se irán turnando durante estos días, ya que son muchos los que quieren mostrar con esta iniciativa su apoyo al sindicalista.
El comienzo de esta protesta estuvo cargado de tensión. Los trabajadores tuvieron un encontronazo con el segundo teniente de alcalde, Julio César García, quien se opuso a que accediesen al Consistorio. Finalmente, los trabajadores lograron entrar y se instalaron en el salón de plenos.
Las pretensiones de los empleados es estar encerrados hasta la mañana del lunes 9 de noviembre, de donde saldrán para acudir al juicio por el despido. Ese día habrá, a las nueve de la mañana, una concentración de apoyo delante de los juzgados. Asimismo, el lunes es la jornada elegida para secundar, por parte de las filiares de Duro, un paro de 24 horas que servirá para reclamar la readmisión de Barroso. También solicitarán más empleo estable y trabajo para los talleres.
Barroso estuvo de baja por fibromialgia. Transcurrido un año, acudió al tribunal médico de la Seguridad Social, que le dio el alta para trabajar. Cinco días después, la empresa le hizo un reconocimiento médico, le declaró no apto para trabajar y le dio la carta de despido.
«Política de persecución»
La plantilla de las tres filiares langreanas y del Tallerón de Gijón -que suma alrededor de 500 empleados- se mostraron convencidos de que «Duro se quiere deshacer de los talleres poco a poco para dejarlos morir». Sus representantes sindicales aseguraron que «la política hacia los talleres se centra en la persecución sindical, pero no en dotar de carga de trabajo y nuevas líneas de producción, que es lo que necesitamos».
Las diferentes filiares del Grupo Duro Felguera llevan más de dos años reclamando a la gerencia que se cumplan los acuerdos firmados en 2006, en los que se recogía una reducción del número de trabajadores, pero también la realización de fuertes inversiones para asegurar el empleo.
A día de hoy, los representantes sindicales afirman que «sólo se ha cumplido el recorte de puestos de trabajo, pero no hemos visto inversiones ni mucho menos aumento de trabajo». Además, aseguraron que, desde que los diferentes comités de empresa empezaron a reclamar más atención «se inició una política de sanciones injustificadas» a algunos obreros, como remarcó el presidente del comité de empresa del Taller de Barros, José María Díaz.
La mayor merma de actividad en Langreo se produjo a principios de este año, cuando se trasladaron 130 trabajadores de Plantas Industriales a Gijón; es decir, la mayoría del personal cualificado que la empresa tenía en el concejo. El grupo llevó a cabo esta iniciativa, pese a que, en los últimos años, recibió casi cinco millones de euros de ayudas de los fondos mineros para incrementar su trabajo el municipio.

Fuente: El Comercio 05/11/09 http://www.elcomerciodigital.com/20091105/cuencas/tres-trabajadores-filiales-duro-20091105.html

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